¿Cuándo y cómo cambiar el líquido de frenos de tu coche?

Mantener el sistema de frenado en óptimas condiciones ayuda a garantizar la seguridad al volante. El líquido de frenos es clave para la eficacia de frenado, y su deterioro puede comprometer tu seguridad. Aprende cuándo y cómo cambiar el líquido de frenos para asegurar una conducción segura y eficiente.

Importancia del líquido de frenos en el sistema de frenado

Los sistemas de frenos de un vehículo son cruciales para garantizar la seguridad en la carretera. Entre los componentes que influyen en su eficacia, el líquido de frenos es fundamental. Este fluido hidráulico transmite la fuerza del pedal del freno a las pastillas, generando la fricción necesaria para detener el vehículo.


El líquido de frenos debe ser incompresible para transmitir la presión eficientemente, tener un alto punto de ebullición para evitar la vaporización bajo calor extremo, y ser compatible con los materiales del sistema. Además, debe mantener un punto de congelación bajo para funcionar en condiciones de frío extremo.


La viscosidad del líquido es vital, especialmente en vehículos con sistemas ABS y ESP, que requieren una circulación eficiente a través de válvulas precisas para una respuesta rápida.


El líquido de frenos también ofrece protección contra la corrosión, capacidad de lubricación y debe tener una óptima estabilidad térmica para soportar diversas condiciones sin degradarse. El mantenimiento regular y el cambio del líquido según las recomendaciones del fabricante son esenciales para la funcionalidad del sistema de frenado y la seguridad del vehículo.


La importancia del líquido de frenos radica en su rol de transmisión de fuerza y en su contribución a la durabilidad y eficacia del sistema. Un líquido degradado puede aumentar el tiempo de frenado y reducir la eficiencia en situaciones críticas, incrementando el riesgo de accidentes. Por ello, es crucial mantener este componente en óptimas condiciones para un frenado seguro y efectivo.

Frecuencia recomendada para cambiar el líquido de frenos

cambiar el liquido de frenos

La frecuencia con la que se debe cambiar el líquido de frenos puede variar dependiendo de varios factores, incluyendo el tipo de vehículo, el uso que se le dé y las condiciones ambientales. A continuación, se presentan algunas directrices generales y recomendaciones específicas de los fabricantes:

  1. Periodicidad general: Normalmente, se recomienda cambiar el líquido de frenos cada dos años para asegurar un rendimiento óptimo del sistema de frenado. Esta recomendación es válida para un uso habitual del vehículo, es decir, conducción regular de cuatro a cinco veces por semana.
  2. Recomendaciones del fabricante:Algunos fabricantes especifican que el líquido de frenos debe cambiarse cada 50,000 kilómetros. Sin embargo, si el vehículo alcanza este kilometraje o si han pasado dos años desde el último cambio, se debe realizar la sustitución, dependiendo de lo que ocurra primero.
  3. Factores ambientales y de uso: El tipo de líquido de frenos y las condiciones de conducción pueden influir en la frecuencia de cambio. Por ejemplo, el líquido higroscópico, que tiene un mayor potencial para absorber humedad, es recomendable en zonas de clima frío o montañoso y debe cambiarse antes de los dos años si se utiliza en estas condiciones. Además, en zonas costeras donde la humedad y la salinidad son altas, puede ser necesario cambiar el líquido más frecuentemente.

Importancia de la viscosidad y el punto de ebullición

Es crucial utilizar el tipo de líquido de frenos recomendado por el fabricante, como el DOT 4, que tiene un punto de ebullición adecuado para evitar la formación de burbujas que podrían afectar la eficacia del frenado.

Es esencial revisar periódicamente el estado del líquido de frenos y seguir las recomendaciones específicas del fabricante del vehículo para mantener la seguridad y eficacia en la frenada.


Cómo cambiar el líquido de frenos paso a paso

Preparación y medidas de seguridad

Antes de comenzar el proceso de cambiar el líquido de frenos, es esencial tomar ciertas precauciones para garantizar la seguridad y la efectividad del procedimiento. El usuario debe equiparse con gafas protectoras para evitar irritaciones oculares graves en caso de contacto del fluido con los ojos. Además, es recomendable el uso de guantes de nitrilo para proteger las manos ante el líquido de frenos y otros agentes corrosivos. Es crucial contar con la ayuda de otra persona para realizar el purgado de los frenos.

Proceso de extracción y rellenado del líquido

  1. Localizar el depósito de líquido de frenos bajo el capó del vehículo, generalmente señalizado con un símbolo amarillo.
  2. Utilizando una jeringuilla, extraer todo el líquido antiguo del depósito.
  3. Con otra jeringuilla nueva, introducir el líquido nuevo de frenos. Es importante realizar este paso rápidamente para evitar la entrada de aire en el sistema, lo que podría reducir la efectividad de los frenos.

Purgado de los frenos

  1. El purgado de los frenos se debe realizar en un orden específico: comenzar por la rueda más alejada del conductor y proceder secuencialmente hasta la rueda más cercana.
  2. En cada rueda, conectar un manguito de goma a un tubo que sale del bombín del freno y introducir el otro extremo en un recipiente para recoger el líquido purgado.
  3. La persona que ayuda debe pisar el freno varias veces y mantenerlo presionado mientras se abre el purgador con una llave fija.
  4. Repetir este proceso varias veces hasta que no se observen burbujas en el líquido que sale por el manguito.
  5. Verificar y ajustar el nivel del líquido en el depósito tras purgar cada rueda, asegurando que se encuentre entre las marcas de mínimo y máximo.

Consejos para mantener el sistema de frenos

Mantener el sistema de frenos en óptimas condiciones es esencial para la seguridad y el rendimiento del vehículo. Aquí se presentan algunos consejos adicionales que pueden ayudar a prolongar la vida útil de los frenos y garantizar su correcto funcionamiento.

Cómo Evitar la entrada de aire

El ingreso de aire en el sistema de frenos puede reducir significativamente la eficacia de frenado. Para evitarlo, es crucial asegurarse de que todas las conexiones y acoplamientos estén bien apretados y en buen estado. Las vibraciones del vehículo pueden aflojar estas conexiones con el tiempo, por lo que es importante realizar inspecciones regulares. Además, al cambiar componentes como las pinzas o los pistones, se debe tener cuidado de no permitir que el aire entre en el sistema. Siempre que se abra el sistema de frenos, ya sea para cambiar líquido o para reemplazar componentes, es necesario purgar los frenos adecuadamente para eliminar cualquier burbuja de aire que pueda haber entrado.

Recomendaciones de líquidos (DOT 4, etc.)

El tipo de líquido de frenos utilizado influirá en el rendimiento del sistema de frenado. Se recomienda utilizar líquido de frenos que cumpla con las especificaciones del fabricante del vehículo, generalmente DOT 4 para la mayoría de los vehículos modernos. Este tipo de líquido tiene un alto punto de ebullición que ayuda a prevenir la formación de burbujas de vapor bajo condiciones de frenado intenso. Es importante cambiar el líquido de frenos cada dos años para mantener sus propiedades óptimas, ya que con el tiempo puede absorber humedad del ambiente, lo que reduce su punto de ebullición y puede llevar a un rendimiento de frenado reducido y peligroso.

Siguiendo estos consejos y realizando mantenimientos regulares, los conductores pueden asegurar que su sistema de frenos funcione de manera eficiente y segura, protegiendo así su seguridad y la de otros en la carretera.


El cambio del líquido de frenos garantiza un frenado seguro

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Cambiar el líquido de frenos a tiempo es crucial para el buen funcionamiento del sistema de frenado y la seguridad vial. La correcta selección y sustitución del líquido prolongan la vida útil de los componentes y aseguran una respuesta óptima en situaciones de emergencia.


Sigue las recomendaciones para el cambio de líquido y evita la entrada de aire en el sistema. Conocer la viscosidad y el punto de ebullición del líquido, así como estar atento a señales de desgaste, es esencial para el mantenimiento preventivo y la seguridad de conductores y pasajeros.

Preguntas frecuentes

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