El motor eléctrico
¿Como funciona un vehículo eléctrico?
El convertidor
Es la pieza central del motor eléctrico. Analiza toda la información que le envían los sensores del coche para poder funcionar. Verifica que se pueda cargar la batería de manera segura y convierte la corriente alterna de la estación de carga en corriente continua para la batería. Cabe destacar que las estaciones de carga rápida o ultrarrápida ya convierten por sí mismas la corriente. El convertidor también actúa como interfaz entre la batería de alta tensión y el motor eléctrico.
El motor
La corriente almacenada se dirige hacia el motor del coche. Para ello, utiliza un proceso físico descubierto a finales del siglo XIX que consiste en usar la corriente para generar un campo magnético en una pieza estática (el estator). Este movimiento provoca la rotación del rotor.
El frenado regenerativo
Otra gran particularidad del motor eléctrico es su capacidad de producir energía con el frenado. Cuando dejas de acelerar y frenas, el motor gira en vacío, pero continúa generando corriente.
En las fases de desaceleración, la batería recupera la energía producida para reciclarla. El frenado regenerativo tiene una segunda ventaja: reduce el desgaste de los discos y las pastillas de freno.
La batería HT del coche
Después del 'cerebro', pasamos al 'corazón' del coche eléctrico. La batería HT (Alta Tensión) que equipa este tipo de vehículo ha evolucionado mucho. Se ha pasado de la batería de plomo o de níquel-cadmio a la batería de ion-litio, y, más recientemente, a la batería de litio-aire o litio-azufre.
Esta última generación de baterías ha aumentado considerablemente la autonomía del coche. Los principales beneficios de estas baterías para motores eléctricos de coches son:
- Un peso ligero en comparación con su gran capacidad de almacenamiento
- Una baja tasa de auto descarga si el coche permanece sin usarse durante mucho tiempo.
- Mantenimiento mínimo
- La posibilidad de recargarse rápidamente (80 % en 30 minutos)
La batería es la pieza más pesada y costosa de un coche eléctrico. El precio varía según cada fabricante y tipo de vehículo. Si su costo es de 8000 € para un coche tipo Zoé, se deben desembolsar 37 000 € para la batería del gran SUV Audi e-tron.
Capacidad de carga
Con un coche eléctrico, ya no hablamos de litros por kilómetro. La cantidad de corriente almacenada en una batería se expresa en kilovatios hora (kWh) y la capacidad de carga de una estación en 'kilovatios' (kW). Estos indicadores permiten medir el tiempo necesario para cargar una batería dividiendo el número de kWh por el número de kW.
El tiempo obtenido es siempre aproximado, ya que más allá del 80% de carga, la velocidad de carga disminuye para evitar superar la carga completa de la batería. El consumo de un coche eléctrico ronda los 15 kWh/100 km.
Autonomía de un coche eléctrico
La potencia de la batería eléctrica determina la autonomía del coche. Los avances en este campo han permitido aumentar esta autonomía. Algunos modelos de coches eléctricos alcanzan una autonomía de 500 km, mientras que la media ronda los 200 km.
Las condiciones meteorológicas y la temperatura pueden reducir esta autonomía, al exigir más de equipos del vehículo como los faros, el aire acondicionado, la calefacción y los limpiaparabrisas. La vida útil media de una batería es de 10 años o de 1,500 a 2,000 ciclos de recarga.
Las estaciones de carga
Para funcionar, un coche eléctrico necesita cargar su batería conectándose a la red a través de un enchufe eléctrico, una estación de carga o una wallbox (estación de carga mural doméstica). Todos los vehículos eléctricos disponen de dos tipos de carga.Podemos conectar el coche con un cable equipado con un enchufe eléctrico estándar o utilizar un cargador rápido. Para conectarse a una estación rápida, se emplean los cables disponibles en el cargador rápido equipados con diferentes enchufes en función de la potencia de la estación y de su ubicación.
Dos tipos de conectores están disponibles para recargar un coche eléctrico. Se encuentran enchufes de tipo 2 en las wallbox o las estaciones de carga públicas, mientras que los conectores Combo 2 o CHAdeMO están reservados para las estaciones de carga ultrarrápida. No hay que preocuparse, los enchufes no pueden intercambiarse. Con el coche eléctrico, ya no podemos equivocarnos entre dos tipos de combustible, arriesgándonos a dañar el motor por haber confundido gasolina con diésel.
¿Cuáles son las particularidades del coche eléctrico?
¿Cómo funciona un coche eléctrico? ¡Gracias a su motor! El motor eléctrico es un motor técnicamente más simple en comparación con el motor térmico. Un coche eléctrico no necesita una caja de cambios para operar y adaptar la velocidad del motor a la conducción. Los pistones, las correas, el tanque de combustible y el cigüeñal también desaparecen. El mantenimiento del vehículo eléctrico se reduce.
Ya no es necesario ir al garaje para cambiar el aceite, verificar los niveles o cambiar correas y otros filtros. El coche eléctrico se conduce como un coche automático. ¡Ya no necesitas cambiar de marchas! La tarea del conductor se limita a controlar la velocidad y el nivel de carga de la batería. Además, las pastillas de freno se cambian menos frecuentemente en este tipo de vehículo.
El único inconveniente es que, aunque el coche eléctrico no emite óxido de carbono y es menos contaminante, la fabricación de las baterías con la extracción de metales raros y su tratamiento al final de su vida útil sigue siendo un problema real.
Un funcionamiento económico en el uso
Según estudios proporcionados por los fabricantes, el funcionamiento de un coche eléctrico resulta más económico que el de un motor térmico. Se estima que el costo de un coche que consume aproximadamente 15 kWh/100 km es de 360 € anuales. A igual kilometraje, el costo de un coche térmico ascendería a 1100 €. Sin embargo, es necesario equilibrar esta cifra con el costo inicial de compra del coche eléctrico y el de reemplazo de la batería.
Finalmente, el precio del kilovatio, que está indexado a la situación económica, también debe incluirse en este cálculo. La factura de electricidad de los franceses ha aumentado un 50 % en los últimos diez años. Aunque podemos controlar y beneficiarnos de una tarifa regulada cuando recargamos nuestro vehículo en casa, el precio de la recarga en un punto público dependerá de las tarifas del proveedor.