¿Qué es AdBlue y para qué se usa en coches diésel?

27.03.2025


¿Sabías que existe una solución capaz de reducir hasta un 90 % las emisiones de óxidos de nitrógeno (NOx) de los vehículos diésel? Se trata del AdBlue, una disolución de urea al 32,5 % en agua desmineralizada que se incluye en la mayoría de motores diésel modernos.

AdBlue y Euro 6: Innovación para motores diésel más limpios y eficientes

Con la llegada de la normativa Euro 6 (vigente para nuevos modelos desde septiembre de 2014 y obligatoria para todas las matriculaciones a partir de 2015), muchos fabricantes comenzaron a incorporar sistemas de Reducción Catalítica Selectiva (SCR) que utilizan AdBlue para cumplir con el límite de 80 mg/km de NOx. Aunque no todos los motores diésel requieren exactamente este sistema (algunos fabricantes pueden optar por otras tecnologías), el uso de AdBlue se ha vuelto ampliamente predominante.


Además de ser incoloro y no tóxico, el consumo de AdBlue suele rondar 1 litro cada 1.000 kilómetros, aunque puede variar dependiendo del tipo de motor, estilo de conducción y condiciones de uso. Si tu vehículo mantiene esa media de consumo, un depósito de 20 litros podría llegar a durar unos 20.000 kilómetros.

¿Qué es el AdBlue y para qué sirve en coches diésel?

El AdBlue es mucho más que un simple aditivo. Se trata de un producto registrado bajo la marca AdBlue® que consiste en una solución acuosa de urea al 32,5 % utilizada específicamente en vehículos diésel equipados con tecnología de Reducción Catalítica Selectiva (SCR).

Composición química: disolución de urea al 32,5 %

El AdBlue está compuesto exactamente por un 32,5 % de urea de alta pureza y un 67,5 % de agua desmineralizada. Esta proporción específica no es casualidad, sino que representa la concentración óptima para su funcionamiento efectivo. Es un líquido incoloro e inodoro que no resulta inflamable ni tóxico. Asimismo, está clasificado en la categoría de menor riesgo de fluidos transportables.


La pureza de sus componentes es fundamental. Por ello, el AdBlue debe cumplir estrictas especificaciones de calidad recogidas en la norma ISO 22241. Un AdBlue contaminado o de mala calidad puede provocar costosas averías en el catalizador del vehículo.

Función principal: reducción de emisiones NOx

La función esencial del AdBlue es disminuir las emisiones de óxidos de nitrógeno (NOx) generadas por los motores diésel, que son altamente contaminantes y representan un riesgo para el medio ambiente y la salud humana.


Cuando el AdBlue se inyecta en el sistema de escape, se vaporiza y descompone en amoníaco y dióxido de carbono debido a las altas temperaturas. Posteriormente, el amoníaco reacciona con los NOx en el catalizador SCR, transformándolos en nitrógeno y agua, dos elementos inofensivos que se liberan a la atmósfera.


Componentes esenciales del sistema AdBlue

para qué sirve el AdBlue

Los principales elementos del sistema AdBlue son:

  • Depósito de AdBlue: Con capacidad entre 10 y 20 litros, almacena el líquido separado del combustible.
  • Inyector de urea: Ubicado en el tubo de escape, pulveriza el AdBlue y lo mezcla con las emisiones.
  • Catalizador SCR: Facilita la reacción química que transforma los NOx.
  • Centralita de control: Calcula la cantidad necesaria de AdBlue según los gases emitidos.

El consumo de AdBlue representa aproximadamente un 5 % del consumo total de gasóleo en vehículos industriales y solo un 1 % en turismos. Para un vehículo utilitario, esto equivale a aproximadamente un litro por cada 1.000 kilómetros recorridos.


AdBlue: origen y evolución en la industria automotriz

El sistema AdBlue tiene una historia que se remonta a inicios del siglo XXI. A diferencia de muchos componentes automotrices, su desarrollo estuvo impulsado principalmente por necesidades medioambientales y no por mejoras en el rendimiento del vehículo.

De la marca registrada al estándar industrial

El término «AdBlue» no es simplemente un nombre genérico, sino una marca registrada propiedad de la Asociación Alemana de la Industria del Automóvil (VDA). Esta denominación comercial se creó específicamente para el producto AUS32 (Aqueous Urea Solution 32.5 %), que significa «solución acuosa de urea» con una concentración exacta del 32,5 %.


Aunque hoy es un estándar generalizado, inicialmente AdBlue fue solo una marca más en el mercado. Sin embargo, la calidad del producto y su regulación bajo las normas ISO han sido factores fundamentales para su expansión. La empresa GreenChem fue una de las primeras en producir este líquido, contribuyendo incluso al origen del nombre «AdBlue», que posteriormente vendieron a la VDA.

Normativas Euro 6 y Euro 7: el impulso definitivo

El verdadero despegue del AdBlue comenzó con la llegada de las normativas europeas sobre emisiones. Aunque entró en escena en 2004 con la normativa Euro 4, fue la Euro 6 la que marcó el punto de inflexión. Desde enero de 2014, con la entrada en vigor de esta regulación, todos los motores diésel deben incorporar obligatoriamente un sistema AdBlue instalado de fábrica.


Las normas Euro 6 han evolucionado en los últimos años a través de diferentes versiones (6.1, 6.2, 6.3 y 6.4), cada una imponiendo limitaciones más estrictas. Actualmente, se espera que la Euro 7, prevista para 2025, reduzca las emisiones de NOx en un 35 % para automóviles y furgonetas, y un 56 % para camiones y autobuses.

Desventajas y consideraciones sobre el AdBlue

Aunque el AdBlue es esencial para reducir las emisiones, también tiene algún pequeño inconveniente:

  • Gasto adicional: La reposición periódica del AdBlue implica un coste extra añadido al combustible.
  • Mantenimiento: Un depósito vacío puede provocar fallos del sistema SCR, afectar al motor y activar alertas. Fallos en la dosificación o inyección del AdBlue pueden provocar averías y reparaciones adicionales.
  • Calidad del producto: El uso de AdBlue de baja calidad o contaminado puede dañar el sistema SCR y causar averías.
  • Problemas en condiciones extremas: En climas muy fríos, el AdBlue puede congelarse si no incluye los aditivos adecuados.
Limitaciones del Adblue

¿Vale la pena comprar un coche diésel con AdBlue?

El sistema AdBlue es una solución para reducir las emisiones contaminantes de los vehículos diésel modernos. Mediante la tecnología SCR, este líquido transforma hasta el 90 % de los peligrosos óxidos de nitrógeno en sustancias inofensivas, demostrando así su papel en la lucha contra la contaminación atmosférica.


La gestión adecuada del sistema AdBlue es esencial para mantener el vehículo funcionando correctamente. Un rendimiento óptimo del motor diésel y el cumplimiento de las normativas Euro 6 quedan asegurados con revisiones periódicas del sistema SCR y un consumo aproximado de 1-2 litros de AdBlue por cada 1.000 kilómetros.


Un coche diésel con AdBlue sí vale la pena siempre que busques eficiencia, cumplir con la normativa y responsabilidad medioambiental. Esta tecnología no solo asegura la vigencia de los motores diésel ante regulaciones más estrictas como las próximas Euro 7, sino que también contribuye activamente a un futuro más limpio y sostenible.

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