Descubre cómo conducir un coche automático

08.04.2025


Cada vez hay más coches automáticos en el mercado y es probable que tu próximo vehículo sea uno de ellos. Aunque implica un pequeño cambio en tus hábitos, conducir un automático es más fácil que un manual, ya que solo tiene dos pedales. Estas transmisiones hacen la conducción más cómoda gracias al convertidor de par o la transmisión de doble embrague.

Pedales del coche automático

La principal diferencia al sentarte en un coche automático son los pedales. A diferencia de un manual, que tiene tres, un automático solo cuenta con dos: freno y acelerador.


Diferencias con el coche manual: En un coche manual hay tres pedales: embrague, freno y acelerador. En un automático no existe el pedal de embrague, ya que la transmisión realiza los cambios de marcha automáticamente. Este es el mayor cambio si estás acostumbrado a vehículos manuales.


El freno ubicado a la izquierda, es más largo y alto que el acelerador. Al presionarlo, activa un sistema hidráulico que detiene las ruedas. La intensidad del frenado depende de la presión ejercida. Este pedal está diseñado para amplificar la fuerza aplicada y facilitar la detención del vehículo.


Función del pedal del acelerador:El acelerador, situado a la derecha, es más bajo y alargado para mayor comodidad. Controla la cantidad de combustible que llega al motor: al presionarlo, aumenta la velocidad; al soltarlo, la reduce. Está diseñado para un uso suave, evitando acelerones bruscos que afectan la eficiencia.


En un coche automático, el pie izquierdo debe descansar en el reposapiés durante toda la conducción para evitar errores como pisar el freno creyendo que es el embrague. Recuerda que tanto el freno como el acelerador deben manejarse únicamente con el pie derecho.

Adaptación mental: de manual a automático

La transición a un vehículo automático a veces es un reto mental si estás acostumbrado a los coches manuales. Esta adaptación vale la pena, ya que se ha demostrado que la fatiga y el estrés son menores en conductores con coches automáticos.

«Desacostúmbrate» al uso del embrague

El reflejo de buscar el embrague inexistente es común al cambiar a un automático. Para evitarlo:

  1. Descalza tu pie izquierdo. Esto crea una sensación diferente que ayuda a controlar el impulso de buscar el embrague.
  2. Mantén tu pierna izquierda encogida, con el pie cerca del asiento, para recordar que no hay embrague.

Olvídate de embragar, revolucionar y soltar. Ahora solo arrancas, pisas el acelerador y el coche avanza suavemente.

Nuevos hábitos para una conducción fluida

Adopta estos hábitos para conducir de forma eficiente:

  1. Usa solo el pie derecho para frenar y acelerar. Es más seguro y evita confusiones.
  2. No mantengas el coche parado en pendientes sin pisar el freno, ya que puede dañar la transmisión.
  3. Evita abusar del kick down (aceleración a fondo), que estresa la caja de cambios.
  4. No uses la posición N para bajar pendientes, ya que reduce la capacidad de reacción y el freno motor es limitado.

Adaptarte a un automático toma solo unos días si ya tienes experiencia. Practica en zonas tranquilas y pronto disfrutarás de una conducción más suave y sin preocupaciones por calados.


Cómo conducir un coche automático por primera vez

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Arrancar un coche automático por primera vez

Arrancar un automático es sencillo porque no exige coordinar embrague y acelerador. Ajusta el asiento y los espejos, pisa el freno y asegúrate de que la palanca está en «P». Arranca el motor con la llave o el botón de encendido y, sin soltar el freno, mueve la palanca a «D» (para avanzar) o «R» (para retroceder). Suelta poco a poco el freno y presiona el acelerador gradualmente para comenzar a moverte. Si vienes de un manual, procura no usar el pie izquierdo y practica en áreas tranquilas hasta sentirte seguro.

Aprende a usar la palanca del coche automático

La palanca de un automático muestra distintas posiciones que cumplen funciones específicas. Entenderlas es clave para una conducción más segura y eficiente.

  • Posición P (parking) Bloquea la transmisión y se usa al estacionar, pero no sustituye al freno de mano. Para evitar desgastes, primero detén el vehículo con el freno de servicio, luego activa el freno de estacionamiento y, por último, pasa a «P».
  • Posición R (reverse) Para dar marcha atrás, detén el coche, pisa el freno y elige «R». Al soltar el freno, el vehículo retrocederá suavemente (a menudo sin necesidad de acelerar). Gira el volante en la dirección a la que desees mover la parte trasera del coche.
  • Posición N (neutral) Desacopla la transmisión del motor. Úsala solo en remolques, revisiones o esperas largas, nunca en descensos o como sustituto de «P» al aparcar.
  • Posición D (drive) Es la posición principal de conducción. La caja automática cambia de marcha según la velocidad y las condiciones, haciendo la conducción fluida tanto en ciudad como en carretera.

Funciones avanzadas

Algunos automáticos ofrecen modos específicos:

  • S (sport): Mayor potencia y respuesta del motor, ideal para carreteras de montaña o conducción más dinámica.
  • B (brake): Empleado en híbridos o eléctricos para aumentar la frenada regenerativa en descensos o ciudad.
  • W (winter): Diseñado para superficies deslizantes, reduce el par motor y mejora la tracción.

Muchos modelos también incluyen un modo secuencial o levas en el volante para controlar manualmente los cambios, sin perder la protección de la electrónica contra reducciones bruscas. También existen bloqueos de seguridad que impiden pasar de «P» a «R» sin pisar el freno, evitando movimientos accidentales. Si la palanca queda atascada, localiza el orificio de liberación junto a la palanca, presiona con un objeto fino y selecciona la marcha adecuada.


Situaciones especiales de conducción

Conducir un coche automático exige técnicas específicas para aprovechar sus ventajas y evitar averías.


Conducción en ciudad y atascos: En zonas urbanas, no usar embrague simplifica la conducción. Mantén distancia con el vehículo de delante, usa el freno de servicio en paradas largas y recurre al Auto Hold para descansar el pie.


Maniobras de estacionamiento: Para estacionar sin dañar la transmisión, detén el coche con el freno, acciona el freno de mano, pon la palanca en «P» y apaga el motor. Así evitas que el peso del vehículo afecte la transmisión.


Conducción en pendientes: Si pierdes potencia en una subida, usa el modo manual en primera marcha y evita aceleraciones bruscas. Para descender, mantén la palanca en «D» y frena con suavidad; nunca uses «N» en movimiento. Al detenerte, frena, pon la transmisión en «N», acciona el freno de mano y luego pasa a «P».

Técnicas específicas según el tipo de vía

Carreteras de montaña: En zonas montañosas, el modo «S» da mayor potencia en subidas y mejor retención en bajadas. En pendientes inclinadas, usa marchas cortas en modo manual y en descensos prolongados elige «1» o «L» para no sobrecargar los frenos. Nunca uses «N» en marcha. Revisa neumáticos y aceite de la caja de cambios antes de viajar.


Conducción en autopistas: Mantén una velocidad estable para reducir consumo. El Overdrive permite marchas más largas y mayor eficiencia. Evita frenadas bruscas, aprovecha el control de crucero y no lleves peso innecesario o carga en el techo.


Tráfico urbano: En ciudad, un automático aporta comodidad. Anticipa semáforos, aprovecha la inercia y planifica rutas para evitar atascos. Desactiva Overdrive si hay continuas paradas y arranques, y apaga el motor en paradas prolongadas. El Auto Hold ayuda a no fatigar el pie en el freno.

Sistemas de asistencia en coches automáticos

Los coches automáticos modernos incorporan sistemas avanzados que mejoran la seguridad y el confort en distintas condiciones de conducción. Algunos ejemplos son:


Función Auto Hold: El Auto Hold (basado en el freno de estacionamiento electrónico) mantiene el vehículo detenido sin pisar el pedal de freno. Al detener el coche, basta con soltar el freno para que permanezca bloqueado. Se desactiva solo al acelerar. Es muy útil en atascos o semáforos porque reduce la fatiga del conductor.


Control de descenso en pendientes (HDC): El HDC mantiene una velocidad constante al descender terrenos inclinados, liberando al conductor de gestionar el frenado y permitiéndole centrarse en la dirección. Se activa con un botón, por lo general a menos de 35 km/h, y mantiene el coche a unos 7 km/h hacia delante o 6,5 km/h en marcha atrás. Además, enciende automáticamente las luces de freno para advertir a otros conductores. Junto con el ABS, ayuda a conservar la estabilidad y evitar bloqueos en superficies deslizantes como nieve, hierba o grava.


Modos de conducción personalizables: Muchos vehículos ofrecen distintos modos para adaptar el comportamiento del coche a las preferencias del conductor o a las condiciones de la vía. Algunos fabricantes, como Renault con Multi-Sense, incluyen un modo Eco para ahorrar combustible y suavizar la respuesta del motor, y un modo Sport para mejorar la reacción de la caja de cambios y endurecer la dirección. Existen incluso modos personalizables que permiten ajustar parámetros como la iluminación interior o la respuesta de la transmisión. Cada uno de estos modos influye en la asistencia de la dirección, la entrega de potencia y la forma de cambiar de marcha, adecuando el vehículo a necesidades específicas de conducción.

Errores comunes al conducir un coche automático

conducir coche automático

Aunque son fáciles de usar, ciertos errores pueden dañar un coche automático y generar gastos innecesarios.


Uso incorrecto del pie izquierdo: Frenar con el pie izquierdo puede causar brusquedad, pérdida de control o lesiones. Usa solo el derecho; el izquierdo debe descansar en el reposapiés.


Cambios bruscos en la palanca: Pasar de «D» a «R» sin parar o de «D» a «P» directamente daña la transmisión. Para detenerte: frena, pasa a «N», activa el freno de mano y pon «P».


Descuidar el mantenimiento: Cambia aceite y filtro de la transmisión cada 60.000 km. Vigila también las pastillas de freno, que se desgastan más.


Ignorar señales de fallo: Presta atención a tirones, ruidos extraños, fugas de líquido rojo, olor a quemado o retrasos al cambiar.

Trucos para conducir eficientemente


    Aprovecha el modo ECO Reduce el consumo hasta un 20 %. Úsalo en ciudad y desactívalo en autopista o al necesitar más potencia.



    Usa el freno motor En descensos, baja una marcha o selecciona «B» o «L» en CVT. Así reduces el desgaste de frenos y el consumo.



    ✔ Sigue nuestros consejos sobre conducción eficiente
¿Cómo funciona y cómo conducir un coche automático?

Conclusión: ¿Vale la pena conducir un coche automático?

Conducir un coche automático cambia la experiencia de conducción. Usar solo dos pedales, junto con sistemas de asistencia, te permite centrarte más en el tráfico y menos en la mecánica. Si vienes de un manual, adaptarte requiere algo de práctica, sobre todo para no buscar el embrague, pero las ventajas compensan el esfuerzo: menos fatiga en ciudad, más comodidad y mejor control en situaciones complejas.


Aprovecha bien la palanca de cambios y funciones como Auto Hold o el modo ECO para sacarle el máximo partido. Evita usar el pie izquierdo o realizar maniobras bruscas para prolongar la vida útil del vehículo y conducir de forma eficiente.


Mantener una conducción fluida y anticiparte a la vía ayuda a que la tecnología del coche automático cumpla su función, brindándote una experiencia más relajada y segura.


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